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¿ Q U É E S N O R M A L
Q U E H A G A ?
D
e entre todas las reacciones normales que
las personas solemos tener ante un aten-
tado terrorista, tal vez una de las más ha-
bituales y generalizadas son las reacciones de evi-
tación. Hemos comentado anteriormente que es
normal evitar pensar o incluso negar lo que ha pa-
sado en los primeros momentos. Estas evitaciones
también afectan a lo que hacemos. Para minimizar
el sufrimiento ocasionado lo más normal tratar de
apartar de nosotros aquello que nos hace daño y
comenzar a evitar todo lo que se relaciona de una
u otra manera con lo que ha pasado (lugares, per-
sonas, situaciones, etc.). Este tipo de evitaciones a
veces se hacen de forma inconsciente, involuntaria
o sin intencionalidad alguna.
•
Es normal evitar todo aquello que se relacio-
na con la situación en que ocurrió el atentado,
con situaciones parecidas o con personas o ac-
tividades relacionadas
de modo que es normal
no querer entrar en la estación donde ocurrió, no
viajar en tren o simplemente viajar, evitar a quie-
nes te recuerdan de algún modo lo ocurrido, evitar
imágenes en la televisión o incluso es normal no
querer hablar de ello con otras personas.
•
Es normal buscar apoyo en los fármacos para
superar la situación
pero debes tener cuidado
porque aunque no hay nada malo en utilizarlos
en un primer momento como ayuda para sopor-
tar la situación y ayudar al descanso, la medicación
debe hacerse siempre bajo supervisión médica, y
sabiendo que habitualmente no es la opción de
tratamiento más adecuada para superar una situa-
ción traumática.
•
Es normal tratar de consolarse u olvidarse
un poco consumiendo bebidas alcohólicas de
forma moderada
, pero conviene no abusar te-
niendo en cuenta que nunca es la solución para
superar el trauma y que el alcohol puede empeo-
rar aún más las cosas al aumentar el riesgo de des-
control emocional.
•
Es normal aislarnos de los demás
, especialmente
cuando pensamos que no nos pueden ayudar ni
nos comprenden y es normal porque lo ocurrido
nos hace desconfiar de los seres humanos en ge-
neral.
El hecho de que estas reacciones de estrés sean
normales y muy frecuentes al principio, no quiere
decir que aquellas personas que no reaccionen de
este modo lo hagan de forma “anormal”. Es preciso
tener siempre presente que no existe una única ma-
nera de enfrentarse o reaccionar a estas experien-
cias. Tan normal es derrumbarse emocionalmente
como no hacerlo, tan normal es correr como que-
darse inmóvil, tan normal es olvidar como recordar