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Elige 3 ó 4 momentos del día para practicar los ejer-
cicios de forma sistemática y regular, para que baje
tu nivel general de activación y vayas automatizando
esta habilidad de modo que puedas utilizarla cuando
la necesites en situaciones de mucha tensión
•
Despuésde losprimerosensayoses conveniente realizar
el ejercicio en situaciones que te provoquen malestar
Hablarnos de un modo más positivo para sentir-
nos mejor
Todo el mundo habla consigo mismo de forma perma-
nente, aunque habitualmente no estemos pendientes
de lo que nos decimos. Nuestros diálogos internos tie-
nen mucho que ver con nuestros sentimientos y con
nuestro modo de actuar.
Si nos decimos “me estoy volviendo loco, mi vida se ha
echado a perder, nunca volveré a disfrutar de nada ni
de nadie”, me sentiré muy mal, asustado, triste y deses-
peranzado; y es posible que no saque fuerzas ni para
levantarme de la cama o salir a la calle. Pero si me digo
“estas reacciones son muy desagradables, pero son nor-
males, poco a poco me iré recuperando; tal vez nunca
pueda estar como antes, pero quiero estar mejor de lo
que estoy ahora”, es posible que me sienta más espe-
ranzado y dispuesto a hacer cosas para mejorar.
Las frases que nos decimos son determinantes para lo
que sentimos y hacemos, por eso cuando tengas que
enfrentarte a una situación que te genera malestar,
trata de hablarte de un modo más positivo:
¿CÓMO HABLARNOS DE UN MODO MÁS POSITIVO?
•
Si estás en una situación y te sientes mal, utiliza en tu
diálogo interno instrucciones positivas que no empeo-
ren la situación. Puedes decir: “todo irá bien”, “será
un rato poco agradable pero luego pasará”, “puedo
estar tranquilo, situaciones más difíciles he pasado a
estas alturas”, “no hace falta hacerlo perfecto, pero
voy a hacerlo”, “tal vez aprenderé de esto”, etc.
•
Trata de dirigir tu diálogo hacia los objetivos de lo
que vas a hacer, hacia lo que quieres conseguir en
esta situación determinada. Puedes decir: “lo impor-
tante es curarme las heridas y aquí estoy para eso”.
•
Procura no centrar demasiado tu diálogo en tus
emociones y en cómo eres o no eres, diciéndote:
“soy un cobarde, me estoy poniendo enfermo, me
voy a desmayar”.
•
Si el malestar continúa trata de averiguar si estás
manteniendo un diálogo negativo: “me estoy ponien-
do fatal”, “no voy a poder”, “no valgo para esto”, y en
caso de que así sea, trata de conducir tu diálogo de
forma más positiva.
•
Cuando anticipes que una situación determinada te
va a generar malestar, comienza a prestar atención
a tu diálogo interno antes de estar en ella, pues es
más fácil establecer un diálogo positivo desde el
principio.
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Después de pasar la situación debes dedicar un tiem-
po a sentirte orgulloso por haberla superado y elo-
giar tus logros: “lo he conseguido”, “me ha costado
mucho esfuerzo pero lo he hecho, soy un valiente,
soy capaz de muchas cosas”. Atiende a los aspectos
que has conseguido, aunque no haya sido un éxito
al cien por cien.