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¿ C ÓMO
E N F R E N TA R S E A
L O S R E C U E R D O S Y
A L A S S I T UA C I O N E S
T E M I DA S ?
U
na vez que hayamos conseguido reducir el
malestar de los primeros días o semanas,
tendremos que intentar enfrentarnos a
muchas situaciones que durante todo este tiempo
hemos ido evitando. Las pautas que hemos mencio-
nado y tus apoyos sociales pueden ayudarte a con-
seguirlo.
Con frecuencia evitamos nuestros propios recuer-
dos sobre la situación traumática, pero poco a poco
debemos obligarnos a ello para aprender a sopor-
tarla. Te proponemos unos sencillos ejercicios para
recordar. Sin embargo, estos ejercicios que apare-
cen a continuación nunca deben realizarse en los
primeros momentos, ni se debe obligar a nadie a lle-
varlos a cabo. Muchas personas necesitarán ayuda
para realizarlos y algunas no podrán hacerlo salvo
con un apoyo psicológico especializado.
¿Cómo ayudarnos a recordar?
El ejercicio de obligarse a pensar en ello, a recor-
dar, se basa en el hecho de que las personas que
han sido afectadas por un atentado pueden evitar
recordar al principio, y es una reacción normal que
puede evitar muchos sufrimientos. Sin embargo, re-
cordar lo ocurrido puede ayudarnos a asimilarlo y,
así, darle un nuevo sentido a nuestra vida. Tratar
de evitar pensar en el atentado podría hacer inclu-
so que los pensamientos reaparecieran en nosotros
con más fuerza.
Si tienes problemas para pensar en ello, porque te
provoca mucha angustia y lo evitas, o porque la in-
formación que recuerdas está muy desorganizada y
tus recuerdos son confusos, puedes utilizar un ejer-
cicio que te ayude a hacerlo.
Se trata de contar la experiencia, de dejar que fluyan
los recuerdos de lo ocurrido. Puede resultar muy
duro hacer este ejercicio, y causar un gran sufri-
miento, especialmente a las personas que han sido
afectadas directamente por el atentado. De ahí la
importancia de compartir esta experiencia con otras
personas, ya sean familiares cercanos o profesiona-
les de apoyo. Cuando estés preparado para comen-
zar, en un lugar tranquilo y sin prisas:
•
Cuenta en primera persona lo que ha pasado. Es a
ti a quien le ha ocurrido, eres tú quien ha sufrido,
visto o sentido todo lo que pasó en ese momento.
•
Cuéntalo en presente. Es fundamental revivir el
suceso como si estuviera ocurriendo: “estoy en el
andén de la estación” “acabo de entrar en la sala
de conciertos” “paseo por la calle de los restau-
rantes”.
•
Describe todo lo que viste, sentiste, oíste y pen-
saste. Es decir, todo aquello que el suceso gene-
ró en ti. Para ayudarte a relatar esta experiencia
puedes intentar responder a algunas de estas pre-
guntas: ¿Cómo describes lo que está ocurriendo?
¿Dónde estás? ¿Qué haces en ese momento? ¿Con
quién estas? ¿Cuánto dura? ¿Qué has hecho para
sobrevivir? ¿Cuáles han sido tus primeros pensa-
mientos? ¿En qué pensabas cuando te sacaron de
allí o saliste por tus propios medios? ¿Qué pasó
después? ¿Qué pensamientos de aquella situación