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¿ C ÓMO A P O YA R S E
E N L O S D E MÁ S ?
E
l apoyo de los demás es, como hemos visto,
importante para muchas personas durante
su recuperación. Sin embargo, no siempre
este apoyo es lo que esperábamos y con frecuencia
nos resulta complicado comunicar nuestras nece-
sidades incluso a nuestras personas más cercanas.
A continuación, te sugerimos algunas pautas sobre
cómo puedes apoyarte en los demás y haces saber
que necesitas su apoyo:
Cuando las personas cercanas te ofrezcan su apoyo
no te plantees si puedes pedirles esto o aquello.
Pídeles con naturalidad lo que necesites. Piensa que
si tienes gente alrededor apoyándote es porque de-
sean que les dejes la oportunidad de ayudarte y les
hará sentirse mejor el poder hacerlo. Puedes facili-
tarles en qué tareas concretas hacerlo y seguro que
te lo agradecerán.
•
Cuando pidas ayuda en algo a las personas que
te apoyan, debes dejar siempre abierta la posibili-
dad de que se nieguen o estén dispuestos a hacer
unas cosas y no otras. Es preciso que les anticipes
tu buena disposición a aceptar esas opciones en
caso de que se produzcan, ya que eso mejorará
la relación de apoyo. Obligar a la gente no es una
buena opción.
•
Cuando estés preparado, puede ayudarte mucho
hablar de lo sucedido y que les cuentes a los
demás cómo te estás sintiendo. No te asustes si al
principio, durante los primeros días, no consigues
hacerlo, o si el hacerlo te hace sentir peor, es ab-
solutamente normal. Pero no te des por vencido,
prueba en los días y semanas siguientes. También
puedes decidir guardar esto para ti, si lo prefieres,
y dejar abierta la posibilidad de hacerlo más ade-
lante.
•
Si no te sientes capaz de hablar, trata de escribir
lo que sientes respecto a todo lo que ha ocurri-
do. Puedes entregar estos escritos a personas de
confianza y, si no te sientes capaz, deja abierta la
posibilidad de hacerlo en otro momento.
•
Después de los primeros días es importante que
puedas mantener contacto habitual con alguien
con quien puedas compartir tus temores, tus preo-
cupaciones y tus sentimientos y con quien puedas
hablar de ti mismo.
•
No exijas a las personas que te apoyan que sien-
tan lo que tú sientes o sufran como tú y, menos
aún, que hagan lo que tú haces para salir adelante.
Cada persona es un mundo y nadie, absolutamen-
te nadie, siente del mismo modo o sufre igual. Ni
siquiera a los que han sufrido de cerca pérdidas
graves como tú.
•
A veces ayuda conocer y apoyarse en personas
que hayan pasado por experiencias parecidas, como
otras víctimas, pero incluso en esos casos ten pre-